La programación es mucho más que escribir instrucciones para una computadora. Para que estas instrucciones funcionen correctamente, es necesario utilizar lenguajes de programación, y no todos funcionan igual. Existen dos grandes categorías que definen cómo se ejecutan estos lenguajes de programación: compilados e interpretados. Entender sus diferencias, ventajas y casos de uso es clave para elegir el lenguaje adecuado según el tipo de proyecto. En este artículo te explicamos qué son, cómo funcionan y cuándo conviene usar cada uno.
Un lenguaje compilado traduce el código fuente a lenguaje de máquina (binario) mediante un compilador. Esto permite que el programa se ejecute directamente en el sistema sin necesidad de interpretación en tiempo real.
Una figura clave en esta evolución fue Grace Hopper, quien desarrolló el primer compilador para facilitar la programación en inglés, evitando la complejidad de escribir directamente en lenguaje de máquina.
Ejemplos de lenguajes compilados: C, C++, Rust, Haskell, Erlang
Los lenguajes de programación interpretados no se compilan previamente. En su lugar, un intérprete lee y ejecuta el código línea por línea en tiempo real.
Estos lenguajes suelen ser de alto nivel, orientados a objetos y eventos, lo que los hace ideales para desarrollo web y aplicaciones cliente/servidor.
Ejemplos comunes: Python, JavaScript, Ruby, Perl, Bash
No hay una respuesta única. La elección depende de las necesidades técnicas del proyecto. Por eso, es recomendable aprender al menos un lenguaje de cada tipo para tener una base sólida como desarrollador.
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Elegir entre un lenguaje compilado o interpretado depende completamente del tipo de proyecto que estés desarrollando. Ambos tienen ventajas únicas y desafíos que todo programador debe conocer. Lo ideal es dominar al menos uno de cada tipo para ampliar tus capacidades como desarrollador. Recuerda que más allá de la herramienta, lo importante es saber cómo y cuándo usarla. La programación es un campo amplio y dinámico, y experimentar con distintos lenguajes te permitirá encontrar el que mejor se adapta a tus necesidades y estilo de trabajo.